La dinámica de la migración en México ha cambiado drásticamente en los últimos años, transformándose en un tema prioritario para el Estado mexicano, tanto en su frontera sur, como en la norte, haciéndose indispensable adecuar las estructuras oficiales a los nuevos retos que plantea el fenómeno migratorio, particularmente en el Instituto Nacional de Migración (INM), que substituyó a la Dirección General de Servicios Migratorios de la Secretaría de Gobernación (Segob), como parte de la evolución de las leyes migratorias.
Un primer acercamiento al problema es el relativo a los recursos, ya que el INM no puede ejercer los recursos que le son asignados, ni los autogenerados, lo que ocasiona carencias en varios aspectos. señaladamente en inversión tecnológica y desarrollo de personal. El presupuesto del instituto deriva de sus actividades básicas, la captación hacendaria o el pago de derechos. De enero a mayo del 2014 el ingreso del instituto por concepto general de ingresos autogenerados por pago de derechos fue de $3,186,365,916.00, cantidad que rebasa el monto del presupuesto anual otorgado por la Federación al Instituto que es de: $2,102,142,765.00. En esta dirección, el movimiento Mexicanos Inmigrantes en América (MIA), propone una reforma al artículo 18-A de la Ley Federal de Derechos
Igualmente, propone una enmienda al artículo 19 de la Ley de Migración, para buscar un cambio en la naturaleza jurídica INM, por lo que se recomienda su transformación a un organismo descentralizado, con la factibilidad de tener el control de uso, destino y aplicación de sus recursos autogenerados para la atención de sus programas principales, y para que, ante las circunstancias específicas del momento que se vive, pueda atender a los grupos vulnerables de migrantes en el territorio nacional.
Esta reforma es indispensable para dotar al INM de las atribuciones necesarias para que pueda ejercer su presupuesto e ingresos de manera más eficiente, transparente y oportuna; y así cumplir con el reto de atender mejor a la nueva situación de los migrantes.
El MIA también propone cambios estructurales para el INM logre apegarse con congruencia a su misión, visión y objetivos, para lo cual se requiere:
- Crear un software especializado para tener disponible la información en tiempo real de quién y cómo entran al país y para poder enlazar con otras instancias de inteligencia y seguridad)
- Capacitar y certificar al personal del INM en materia de derechos humanos y sistematizar el trabajo realizado en las delegaciones federales a efecto de homologar el mismo entre sí
- Mejorar las condiciones de la Estación migratoria de la Ciudad de México, y en general de todas
- Contar con un Instituto de Formación y Capacitación para Agentes Migratorios
- Fortalecer las áreas de atención al menor migrante
- Incremento en las remuneraciones del personal y su retabulación. En este caso, deberán considerarse capacitación, desempeño, preparación académica, experiencia, puesto actual y puesto inmediato superior de estimulación mínimo de dos a tres niveles, que garantice que continúe asegurando la operación bajo la línea de rectitud con que son considerados los Agentes Migratorios a nivel nacional e internacional.
El Estado mexicano debe poner atención ante los acontecimientos desafortunados ocurridos en nuestro territorio en los últimos años en materia migratoria, y evitar que se considere a México un destino inseguro que pueda impactar negativamente en el sector turístico.