Mucho se ha escrito sobre la victoria avasallante del partido político MORENA, no solo ganando la presidencia de la República, sino también la mayoría del Congreso de la Unión, diversas gubernaturas, congresos locales y ayuntamientos, resultado de tal calado que parece mucho y suficiente para lograr los cambios o promesas hechas en campaña.
Pese a esa abrumadora mayoría, que como digo es demasiada para lograr cualquier modificación al actual estado de cosas, ha resultado ser insuficiente, los operadores políticos han dado muestra que quieren el control total de las instituciones del Estado Mexicano, ello me parece una contradicción al sistema democrático y Constitucional, bajo esa visión se ha comenzado un discurso en contra de órganos autónomos que resultan ser contrapesos en la administración de cualquier gobierno, indispensables a efecto que las decisiones de estado no sean arbitrarias y tengan sesgos de autoritarismo.
Así, al no estar satisfechos pretenden controlar todo, por ello han comenzado una guerra en contra del Poder Judicial de la Federación, con el fin de presionarlo e incidir en su estructura e incluso en querer transformar su sistema orgánico. Y no es que no se pueda, o que no tenga fallas la institución, desde luego se puede y se debe exigir la mejora, la constante en el servicio público debe ser el cambio.
Lo que no es aceptable es que para lograrlo y obtener el visto bueno de la sociedad, se haga a través de un discurso de desprestigio y de odio. Si el poder judicial tiene alguna fisura en su organización o tiene fallas, se debe estudiar y proponer los cambios necesarios, pero hacerlo no debe ser acompañado de la injuria y la provocación, sino solo de la crítica objetiva y de las posibles soluciones.
Algunos políticos dicen que hay nepotismo en el PJF, pero se olvidan que también esa mala práctica existe en el legislativo y el ejecutivo, incluso los mismos políticos que lo dicen y lo evocan con tal firmeza en sus discursos, tienen parientes viviendo de la función pública, ESTO DESDE LUEGO NO JUSTIFICA EL NEPOTISMO, pero entonces, es necesario que no solo se regule este tema en el judicial si no en todos los poderes.
Amén de lo anterior, el tema del nepotismo en el Poder Judicial de la Federación, fue resultado de los estudios realizados en el mismo Consejo de la Judicatura Federal, que muestra que este poder si es transparente, admite fallas, no las oculta, y ante ello operó de inmediato a través de acuerdos administrativos la forma en que consideraron era la apropiada para solucionarlo. Otra muestra de su transparencia fue la anulación de un examen para Jueces de distrito que presumía haberse filtrado el examen, de inmediato se dio a conocer no se ocultó información y actúo en consecuencia.
También debe destacarse que las soluciones propuestas por el Consejo de la Judicatura fue cuidando dos aspectos, no tolerar el nepotismo pero a la par no estigmatizar al funcionario que sea pariente de otro de jerarquía dentro de la institución, ya que estos tienen el mismo derecho a acceder al trabajo como los demás, ¿fue insuficiente la medida? Puede ser que no, sin embargo son los primeros pasos que se dieron bajo una visión de respeto de derechos y no de intolerancia o de odio.
Cabe agregar además, que en el poder judicial la gran parte de los cargos públicos para ser ejercidos requieren de exámenes, desde actuario, secretario, juez o magistrado, quizás ahora se deba ser más estricto y exigir que desde el cargo de oficial administrativo se obtenga vía examen – practica que realizan algunos órganos aunque no está reglada-, y en el caso de plazas de actuario o secretarios sea a través de exámenes que se practiquen a todos aquellos que tengan ya su acreditación como tal.
Lo importante de lo anterior, es denotar que en este Poder si existe una transparencia sobre lo que pasa en su interior, aun cuando tenga un efecto negativo hacia el exterior, que hay reacción para acabar con malas prácticas, que en el mundo de las ideas hay mejores soluciones para acabar con vicios, pero hay pasos que se realizan.
Lo anterior lo traje a cuenta porque el nepotismo se debe frenar en toda institución, tanto en el judicial como en los demás poderes, lo traigo a colación ya que ni en el legislativo ni el ejecutivo han hecho un ejercicio igual, donde se establezca cuantos parientes hay de los funcionarios de alto nivel y de elección popular, pues existe la sensación social que ahí lo que prevalece sí es el dedazo y compadrazgo, no solo para la obtención de cargos públicos sino también para la obtención de prebendas y beneficios. Como dije, ninguna práctica de nepotismo o amiguismo debe existir, pero en ese tema, el judicial es más transparente y su práctica es menor que en las demás instituciones.
La meta debe ser que en ninguna institución pública se practique ese tipo de conductas, ni en mucha ni menor intensidad, que no se estigmatice a los parientes de funcionarios, y que las medidas que se tomen para ingresar a cualquier cargo público sea vía la competencia neutral entre todos los que tenga el interés de ingreso, que no sea la sangre, el amiguismo o el compromiso la que prevalezca.
Hacer notar las fallas del sistema jamás será malo, contrario a ello abre el debate para corregir errores, lo que no se vale es tomar como pretexto el tema para querer presionar o incidir un poder en otro, para querer forzarlo a algo, o quererlo transformar por la vía de la difamación.
Tampoco es válido que si se denota una falla en un poder no se haga la autocrítica en los demás, debe ser un efecto parejo que democratice el ingreso en todo órgano de estado, que se analice este tema en toda institución, que se transparente el resultado y se tome las medidas en consecuencia.
Los mensajes de odio no son buenos en la democracia, la crítica sí.