Entrevista con la Dra. Mireille Roccatti V.
Integrante de Las Abogadas más Influyentes en México generación 2018
“Mi capacidad de liderazgo, de trabajar en equipo y, al mismo tiempo, la lealtad a mis ideales de justicia y legalidad han sido elementos esenciales en mi desarrollo profesional.”
¿Cuál es el aspecto que más te inspira de tu profesión?
Las leyes, su estudio y su aplicación, siempre ejercieron una gran fascinación en mi vida, me intrigaba la forma en la cual regulaban a la sociedad y por ello decidí estudiar Derecho en cuanto me fue posible hacerlo.
La abogacía es una profesión eminentemente de servicio a la sociedad, en cualquiera de las áreas en que se desarrolla la profesión es siempre muy satisfactorio poder ayudar a las personas que acuden al servicio y al consejo. Me he desempeñado en diversos ámbitos, desde el académico, el servicio público en la función jurisdiccional, en la administración pública en diferentes dependencias y en la defensa y promoción de los Derechos Humanos. En todas las actividades mi mayor satisfacción ha sido recibir el agradecimiento de las personas al orientarlos y resolverles algún problema.
Como Presidenta de la CNDH, entre enero de 1997 y noviembre de 1999, atendí más de 36,000 casos, emitiendo en ese periodo 345 recomendaciones, de las cuales la totalidad fueron aceptadas por las autoridades destinatarias, condición que no se ha vuelto a repetir en dicho Organismo Protector de los Derechos Humanos.
¿Cómo ha sido tu desarrollo dentro del ámbito laboral?
Tuve la fortuna de recibir el apoyo de mis superiores en cada una de las funciones que he desempeñado, lo que me llevó a ocupar cargos de alta responsabilidad, gracias a los resultados que rendí en ellos he podido cumplir con mi compromiso de ayudar al mayor número de personas que solicitaron mis servicios, orientación o solución a sus problemas.
Mi capacidad de liderazgo, de trabajar en equipo y, al mismo tiempo, la lealtad a mis ideales de justicia y legalidad han sido elementos esenciales en mi desarrollo profesional.
Menciona los mayores retos a los que te has enfrentado como abogada y qué lecciones te han aportado.
Como Ombudsman nacional, me correspondió vivir, atender e intervenir en casos por demás diversos, complejos y dolorosos, como el de los trabajadores de limpia del estado de Tabasco; la masacre de Acteal, Chiapas; la masacre de El Bosque y Taniperla, Chiapas; la desde entonces ola de secuestros en el estado de Morelos; el surgimiento del EPR en los estados de Guerrero y Oaxaca; el enfrentamiento del ejército con los integrantes del ERPI en el Charco, Guerrero; así como el caso de los feminicidios en Ciudad Juárez, Chihuahua, por mencionar algunos casos.
La trascendencia de esos casos fue de tal magnitud que la mayoría fueron del conocimiento de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, algunos incluso ameritaron la intervención de las instancias internacionales protectoras de Derechos Humanos.
Las lecciones que me dejaron todos esos casos son de fortaleza ante las adversidades. Al mismo tiempo que reconocer que la empatía por el sufrimiento humano es una motivación para trabajar por un país que tenga mayores oportunidades, más justo y con absoluto respeto por los Derecho Humanos.
Aprendí a enfrentar miedos, a trabajar codo a codo con un equipo de personas muy valiosas y a defender la dignidad de las personas. Me condolí con las víctimas, y también con ellas aprendí a vencer las tragedias y recuperar las fuerzas para lograr la justicia y reparar los daños. A lo largo de mi carrera he comprendido el significado de la reparación de daños y la importancia de la impartición de justicia con misericordia y empatía.
¿Cuál es el legado que como abogada quieres transmitir al gremio?
El reconocimiento pleno del gran compromiso que se adquiere con la sociedad al haber decidido dedicar nuestra vida profesional a la abogacía; ese compromiso inicia desde la universidad cuando se adquieren los conocimientos de la teoría y práctica de las distintas ramas del Derecho, posteriormente en todas las funciones a desempeñar, que la vida nos va poniendo como retos y siempre con el compromiso de alcanzar las metas.
El Derecho es una ciencia que nunca se debe dejar de estudiar, porque nunca se aprende todo y porque es dinámica, como la sociedad es cambiante y evoluciona constantemente para mejor atender a las necesidades de la sociedad.
¿Cómo visualizas el futuro de la profesión?
La profesión del abogado o jurista en cualquier ámbito de su desempeño es cada vez más necesaria e indispensable en las sociedades contemporáneas. La mayoría de los países del mundo se organizan en estados democráticos de derecho, para ello indispensablemente se rigen por un marco jurídico mediante el cual se organizan y que permite la sana y pacífica convivencia de todos los miembros de la sociedad.
“La lealtad a los ideales éticos de seguridad, justicia y paz deberán impregnar el actuar profesional del abogado.”
En México la gran diversidad de especializaciones de los abogados hace que hayamos incursionando en todos los estratos sociales y en todas las actividades tanto públicas como privadas, por lo que una buena abogada siempre tendrá las puertas abiertas para el desempeño de su profesión.
Cabe mencionar que la abogacía está cambiando con el número cada vez mayor de mujeres que se forman en esta noble profesión y dan a la justicia el conocimiento y manejo de las emociones humanas para que su aplicación siempre considere la dignidad en un contexto humanitario apelando a la empatía y la esperanza de lograr el mayor bienestar.
¿Qué consejos puedes ofrecer a las nuevas generaciones de abogadas?
Mi consejo como abogada y como mujer es que siempre estudien mucho y se sigan preparando constantemente. Aborden los casos con determinación y con la confianza de que sus conocimientos las llevarán siempre al éxito en cada caso.
También les aconsejo que nunca dejen de lado su sensibilidad y su deseo de mejorar al mundo desde la justicia. Habrá momentos difíciles en los cuales se requiere de fortaleza y entereza, nunca falte en ellos, la delicadeza y empatía. La lealtad a los ideales éticos de seguridad, justicia y paz deberán impregnar su actuar profesional.
¿De qué manera ha modificado la tecnología a la práctica legal, cuáles son sus beneficios y sus desventajas?
El vertiginoso avance de las tecnologías ha trasformado al mundo, el uso de éstas hasta hace pocos años impensable, han venido a transformar todas las prácticas legales aportando como en todas las disciplinas, enormes ventajas de celeridad, inmediatez y la posibilidad de estar a un mismo tiempo atendiendo diversos casos y coordinar los esfuerzos de los colaboradores comprometidos en un mismo objetivo.
Con el uso adecuado, las nuevas tecnologías son herramientas que mejoran las condiciones de vida y profesionales de quienes las usan y tienen acceso a ellas. Las herramientas usadas con malas intenciones pueden convertirse en instrumentos para cometer delitos o alienar a las personas. Por ello se les debe dar un uso racional y consciente que abren la puerta al futuro de todas las profesiones y del Derecho también.