El outsourcing legal es una actividad lícita que significa una fuente importante de empleo para millones de personas en México y el mundo, que fomenta la productividad y cuando es realizada correctamente brinda mejores salarios y mayores prestaciones a las contenidas en la Ley.
“El outsourcing legal garantiza todos los derechos laborales a los trabajadores, dentro de los cuales se encuentra un contrato laboral, salario digno, jornadas definidas, pago de tiempo extra, pago completo y correcto de las obligaciones patronales como son la seguridad social, INFONAVIT, INFONACOT, fondo para el retiro, goce de periodo vacacional, pago de prima vacacional, aguinaldo y PTU, entre otros”, mencionó Pablo Lezama, Director de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano.
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El outsourcing bien regulado, contribuye también en forma significativa a las instituciones gubernamentales. Cabe destacar que a pesar de la crisis sanitaria por la pandemia de Covid-19, de enero a agosto del 2020 las 28 empresas asociadas a la AMECH han generado un promedio de 158,750 empleos legales, aportando un monto total de $2,192,256,765 en cuotas al IMSS y un total de $997,139,478 en cuotas al INFONAVIT.
En el país hay más de 4 millones 600 mil empleos subcontratados en distintas modalidades (con datos al cierre de 2019)[2]. Este esquema es, pues, una realidad y una alternativa de trabajo en un país con una tasa de desempleo del 5.2% en el que, además, la informalidad supera a la de cualquier otro Estado miembro de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), con 55.1%, ambos datos de acuerdo con las últimas cifras del INEGI de agosto de 2020.
¿Eliminar el outsourcing?
El outsourcing es una figura que se usa mundialmente, por ello la discusión ya no radica en su existencia o desaparición sino en su correcta implementación y regulación.
“Lo más importante es que en México todas las empresas de outsourcing operen con el cabal cumplimiento de la ley lo cual significa que todas paguen las prestaciones salariales a los trabajadores y cumplan con lo establecido en la Constitución general de la República, en la Ley Federal del Trabajo y demás ordenamientos aplicables”, agregó Pablo Lezama.
“En la AMECH estamos absolutamente a favor de la regulación de la industria, con la finalidad de mejorar las prácticas de subcontratación y evitar la irregularidad, aunque consideramos que debemos evitar sobrepasar esa delgada línea que la llevaría al extremo de la sobrerregulación, lo cual tendría un impacto directo en la economía, por ello proponemos para evitar la opacidad, regular las empresas de subcontratación a través de un registro de empresas que establezca cuáles son los requisitos a fin de garantizar los derechos de los trabajadores y la adecuada prestación del servicio.
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Asimismo, estamos en contra de las prácticas de simulación, evasión y elusión fiscal, por lo que pugnamos por el ejercicio irrestricto en las aplicaciones de sanciones a las empresas que incumplen con lo estipulado en la ley, provocan la precarización del trabajo, disminuyen los derechos de los trabajadores y menoscaban al erario. Coincidimos en la búsqueda de competitividad en igualdad de condiciones, a través del cumplimiento de obligaciones y generación de empleos formales y bien pagados. Eliminar la figura del outsourcing afectaría a la economía formal de nuestra nación, además de que los únicos beneficiarios serían las empresas factureras que en realidad no son empresas de subcontratación y cuyas prácticas no tienen relación alguna con las actividades que realizan las empresas asociadas a la AMECH”, agregó Pablo Lezama.
Durante las sesiones en cada uno de los Parlamentos abiertos realizados en el Congreso de la Unión, el posicionamiento de la AMECH ha sido impulsar el fortalecimiento de la inspección del trabajo, establecer mecanismos de coordinación entre las entidades públicas que sean eficientes y efectivos y que permitan cruzar las diferentes obligaciones contenidas en la legislación vigente, así como concientizar tanto a los empleados como a los empleadores respecto de las correctas formas de contratación.
