Autoras:
Antonia Rodríguez
Jared Melyssa Alvarado Martínez
“Lo mejor que el mundo tiene está en los muchos mundos que el mundo contiene.”
Eduardo Galeano
Una sociedad que pretende ser incluyente debe aceptar y conocer no solo en qué consiste la diversidad, sino reconocer la riqueza de vivir en un mundo diverso en todas sus expresiones posibles y la importancia de celebrar, apreciar y proteger en la práctica lo que nos diferencia.
La diversidad es la existencia de variedad, abundancia y diferencia de cosas entre sí, dentro de un determinado ámbito o espacio. El término proviene del latín diversitas y este del participio diversus del verbo divertere (girar, verter, dar de vueltas en dirección opuesta). La palabra diversidad expresa la cualidad (el sufijo –dad indica cualidad) de lo diverso o diferente, que por ser diverso necesariamente ha de ser múltiple y abundante.
El concepto de diversidad es aplicable en muchos ámbitos y hace alusión a las diferencias que puede haber entre personas, animales, grupos, cosas, opiniones, elecciones, entre muchas otras. Dentro de los seres humanos existe la diversidad cultural, étnica, sexual, lingüística, ideológica, religiosa, socioeconómica entre otras. Lo cierto es que estamos hechos de manera distinta, no solo para reconocernos únicos, sino para sobrevivir en un mundo que apunta a vivir gracias a las diferencias que lo componen.
Veamos algunos ejemplos:
Diversidad cultural. En su recomendación sobre la salvaguardia de la Diversidad Cultural, la UNESCO define la cultura como “el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural fundadas en la tradición, expresadas por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad en cuanto expresión de su identidad cultural y social; las normas y los valores se transmiten oralmente, por imitación o de otras maneras. Sus formas comprenden, entre otras, la lengua, la literatura, la música, la danza, los juegos, la mitología, los ritos, las costumbres, la artesanía, la arquitectura y otras artes”.[1]
Esta definición nos permite observar que no existe una única cultura, sino una multiplicidad de culturas que comparten o no un determinado tiempo y espacio. “Esta diversidad se manifiesta en la originalidad y la pluralidad de las identidades que caracterizan a los grupos y las sociedades que componen la humanidad.”[2]
Diversidad lingüística. El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas explica que los pueblos del mundo han desarrollado distintas formas para comunicarse, transmitir sus conocimientos y su historia, arrullar a los recién nacidos y despedir a los muertos. Han desarrollado lenguas o idiomas que son diferentes según los sonidos, las palabras, la forma en que se organizan y usan esas palabras, así como lo que tales palabras significan para las personas.
A la existencia de distintas lenguas se le denomina diversidad lingüística. Se ha calculado que en el mundo se hablan cerca de 7 mil lenguas, además de aproximadamente 3 mil lenguas de señas mediante las que se comunican las comunidades de sordos.
Diversidad corporal. Se refiere a una amplia gama de representaciones del cuerpo, por ejemplo, variaciones en la anatomía sexual que se expanden más allá del binario hombre/mujer. Intersex es un término sombrilla que abarca esta diversidad corporal.[3]
Diversidad sexual. Hace referencia a todas las posibilidades que tienen las personas de asumir, expresar y vivir su sexualidad, así como de asumir expresiones, preferencias u orientaciones e identidades sexuales. Parte del reconocimiento de que todos los cuerpos, todas las sensaciones y todos los deseos tienen derecho a existir y manifestarse, sin más límites que el respeto a los derechos de las otras personas.[4]
Diversidad en la educación. La CIDH ha afirmado el rol fundamental que tiene la educación en la erradicación de estereotipos discriminatorios basados en género y en el avance hacia la igualdad entre hombres y mujeres. Los programas educativos con perspectiva de género y de diversidad sexual son indispensables para erradicar los estereotipos negativos para combatir la discriminación basada en género que siguen enfrentando las mujeres y las niñas, y para proteger los derechos de todas las personas.[5]
Diversidad en cuanto a capacidades. La Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, señala la importancia de respetar la diferencia y la aceptación de las personas con discapacidad como parte de la diversidad y la condición humana.
“La UNESCO define la cultura como el conjunto de creaciones que emanan de una comunidad cultural fundadas en la tradición, expresadas por un grupo o por individuos y que reconocidamente responden a las expectativas de la comunidad en cuanto expresión de su identidad cultural y social.”
La diversidad considerada como la presencia de personas con diferentes antecedentes y entornos étnicos, socioeconómicos, regionales, de género, de orientaciones sexuales y de discapacidad, se ha destacado no sólo como políticamente correcto, sino también como económicamente conveniente y necesario para las sociedades.
La diversidad ha sido impulsada por defensores de Derechos Humanos que buscan la igualdad; si bien el camino no ha sido lento ni uniforme, es necesario incorporar poco a poco a diferentes grupos históricamente invisibilizados o discriminados.
No podemos hablar de la diversidad sin mencionar la importancia de la inclusión. De acuerdo con la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.
La inclusión nos permite:
- Disfrutar de un mundo más equitativo y respetuoso frente a las diferencias.
- Beneficiar a todas las personas sin prejuicio de sus características, es decir, sin etiquetar ni excluir.
- Proporcionar un acceso equitativo, revisando procesos constantemente y valorando el aporte de cada persona a la sociedad.
“Los programas educativos con perspectiva de género y de diversidad sexual son indispensables para erradicar los estereotipos negativos para combatir la discriminación basada en género que siguen enfrentando las mujeres y las niñas, y para proteger los derechos de todas las personas.”
Diversidad e Inclusión en las empresas
Cada día diferentes tipos de personas ingresan a las empresas. Cada una de esas personas tiene un conjunto de conocimientos, habilidades, atributos y capacidades para contribuir de manera única al lugar de trabajo, con una perspectiva diversa que le permite sumar en diferentes proyectos, así como en la cultura organizacional, aportando experiencias y particularidades que enriquecen a la comunidad laboral.
Tener un grupo diverso de personas en el mismo equipo ayuda a otros a ver los problemas de manera diferente, lo que implica que existirán diversas formas de resolver conflictos y a valorar dichas diferencias.
La Organización Internacional del Trabajo ha desarrollado una guía de buenas prácticas[6] destinada a las gerencias, una herramienta práctica que tiene como fin concretar los instrumentos internacionales sobre igualdad y buenas prácticas que están desarrollando empresas en todo el mundo de forma efectiva, para fomentar la diversidad en sus entornos laborales.
La guía viene acompañada de información y herramientas para gerencias y su objetivo fundamental es ayudar a las direcciones de Recursos Humanos a poner en práctica estas herramientas. Cubre cuatro procesos fundamentales de la relación laboral en los cuales comúnmente las gerencias encuentran retos para garantizar diversidad e igualdad:
- Contratación,
- motivación y disciplina,
- compensación y beneficios,
- procesos de denuncia en casos de violencia.
Es importante, por tanto, hacer hincapié en que conseguir la igualdad y la diversidad en las empresas es un proceso en el cual se van incluyendo medidas, de forma sistemática y participativa, con impacto progresivo. Medir este impacto también ayudará a visualizar el progreso y adaptar las prioridades.
Asimismo, debemos educarnos para saber gestionar la diversidad y potenciar el talento dentro de las empresas; además, es necesario conocer la diversidad de todos los grupos que coexisten dentro de estos espacios y enfocar una parte importante dentro de la empresa hacia el desarrollo de programas e iniciativas encaminadas a fomentar y nutrirse de la diversidad de quienes conforman su equipo de trabajo.
Acciones para fomentar la diversidad
Lograr la diversidad no es una tarea sencilla, pensando sobre todo que vivimos en una cultura que nos ha separado en “iguales con iguales” y “desiguales con desiguales”; sin embargo, entendemos que es fundamental que tanto la sociedad como las empresas fomenten la inclusión. Algunas empresas comenzaron utilizando el sistema de cuotas, muchas de ellas ya evolucionaron hacia la aplicación de la paridad en todos los puestos y cargos.
Otro elemento a considerar es el de los ajustes razonables que tienen como objetivo proporcionar oportunidades iguales para los empleados en el lugar de trabajo para que sus competencias y talento puedan ser utilizados plenamente. Al reconocer y acomodar las necesidades individuales, las empresas crean entornos de trabajo que dan la bienvenida a la diversidad de su personal y, por lo tanto, contribuyen a un mayor éxito empresarial.
La perspectiva de género es también una herramienta importante a considerar, Marcela Lagarde afirma categóricamente que la perspectiva de género “reconoce la diversidad de géneros y la existencia de las mujeres y los hombres, como un principio esencial en la construcción de una humanidad diversa y democrática”.[7]
Asimismo, y como Abogadas Mx plantea, es imprescindible contar con iniciativas que permitan identificar el talento femenino, y que se implementen acciones como la mentoría, el desarrollo humano y técnico, así como programas de identificación de talento, entre otros, para impulsar acciones que permitan que la diversidad llegue hasta los más altos puestos de toma de decisión dentro de las empresas y los despachos jurídicos, ya que solo así se podrá contar con los puntos de vista de todas y todos, lo que contribuirá de manera directa al crecimiento y desarrollo, no solo de los espacios de trabajo, sino de la sociedad.
Conclusiones
Algunos autores han propuesto la idea de sensibilidad a la diversidad, haciendo énfasis en la importancia de considerar el papel que implica las múltiples dimensiones de la diversidad humana en cuanto a la etnicidad, el género, la edad, la posición socioeconómica, la orientación sexual, la discapacidad o el contexto comunitario, dadas sus implicaciones sobre sus necesidades. Lo cual nos lleva a cuestionarnos acerca de la necesidad de repensar nuevos modelos o herramientas para garantizar la diversidad, en general para la sociedad y en particular al interior de nuestros centros de trabajo.
“De acuerdo con la UNESCO, la inclusión es un enfoque que responde positivamente a la diversidad de las personas y a las diferencias individuales, entendiendo que la diversidad no es un problema, sino una oportunidad para el enriquecimiento de la sociedad, a través de la activa participación en la vida familiar, en la educación, en el trabajo y en general en todos los procesos sociales, culturales y en las comunidades.”
Estas son solo algunas ideas para fomentar la diversidad y la inclusión en las empresas o en los despachos de abogadas(os).
¿Qué otras herramientas conoces o han puesto en práctica en el lugar donde trabajas? ¡Escríbenos, nos encantaría conocer y compartir las buenas prácticas que están implementando las empresas!
[1] Unesco. “Recomendación sobre la Salvaguardia de la Cultura Tradicional y Popular. Disponible en: http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=13141&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html
[2] Unesco. “Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural”. Disponible en: http://portal.unesco.org/es/ev.php-URL_ID=13179&URL_DO=DO_TOPIC&URL_SECTION=201.html.
[3] CIDHLGBTIViolencia. “Conceptos básicos”. Disponible en: https://www.oas.org/es/cidh/multimedia/2015/violencia-lgbti/terminologia-lgbti.html
[4] Conapred. Guía para la acción pública contra la homofobia. México, 2012, p. 15. Disponible en: https://www.conapred.org.mx/documentos_cedoc/14%20GAP_HOMO_WEB_Ax.pdf
[5] OEA-CIDH. “Comunicado de Prensa No. 208/17. CIDH lamenta la prohibición de la enseñanza de género en Paraguay”. 15 de diciembre de 2017. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/prensa/comunicados/2017/208.asp. Ver OEA-CIDH. Anexo 1: Principales estándares y recomendaciones en materia de violencia y discriminación contra mujeres, niñas y adolescentes. Disponible en: http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/violencia-discriminacion-mujeres-Anexo1-es.pdf
[6] OIT. Fomentando la diversidad y la inclusión mediante ajustes en el lugar de trabajo: una guía práctica. Disponible en: http://www.ilo.org/global/topics/ equality-and-discrimination/WCMS_560782/lang–es/index.htm
[7] Marcela Lagarde. “La perspectiva de género”. En Género y feminismo. Desarrollo humano y democracia. España, HORAS y HORAS, 1996, pp. 13-38. Disponible en: https://storage.googleapis.com/pjecz-gob-mx/Derechos%20Humanos%20e%20Igualdad%20de%20G%C3%A9nero/Biblioteca%20Digital/G%C3%A9nero%20y%20Feminismo/genero-y-feminismo.pdf