Juan Ramón García Feregrino es Licenciado en Derecho por la Universidad de Londres. Maestro en Derecho de investigación Ambiental por la Universidad Autónoma Metropolitana. Cuenta con diplomados en Evaluación de Políticas y Programas Públicos y Administración del Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial. Actualmente es abogado asociado en el despacho jurídico García & Maya Abogados, miembro de la Red de Investigadores Parlamentarios en Línea (REDIPAL), perteneciente a la Cámara de Diputados, y docente universitario en las materias de Derechos Humanos y Derecho Constitucional, principalmente.
LinkedIn: Juan R. García-Feregrino
Twitter: @JuanrFeregrino
Web: www.garciamayaabogados.com
E-mail: contacto@garciamayaabogados.com
¿Desde su óptica cómo ha modificado la tecnología a la práctica de los abogados?
El uso de las nuevas tecnologías ha venido a patear el tablero. Hemos sido absorbidos por un nuevo ecosistema, el digital, y tenemos que actuar en consecuencia. El desempeño de la profesión legal, desde hace algún tiempo, pero ahora ya de manera más apremiante, se enfrenta a la necesidad de una transformación digital a todos sus niveles desde las instituciones, como los operarios. Finalmente, los usuarios estamos ante un cambio radical en el ejercicio de esta profesión que durante mucho tiempo permaneció inmóvil del papel, de la gestión presencial, de los tradicionalismos propios de la abogacía.
Se han desarrollado grandes proyectos de inteligencia artificial, por ejemplo, el proyecto de Ross de la empresa IBM, enfocado en la justicia predictiva; por otro lado, en Arabia Saudita, Sofía es el primer robot con inteligencia artificial que ha adquirido la ciudadanía. Pero no por ello debemos de caer en estos falsos argumentos y creer que las máquinas nos conquistarán, que llegará un Hernán Cortés digital o que la labor jurídica de las abogadas y los abogados es tan simple y tan sencilla que puede ser reproducida o hasta en algún momento suplantada por algún tipo de inteligencia artificial.
Estamos hablando de una de las áreas más importantes de las ciencias sociales como lo es el Derecho y que se vuelve irreemplazable la labor del abogado, la técnica jurídica y de interpretación. El Derecho no es un algoritmo, no dependerá de ello la impartición de justicia, ni debemos dar mayor importancia de la debida a las TIC, son una herramienta facilitadora de muchos sectores, dentro de ellos el legal, pero en nuestro caso no es dictaminadora, simplemente nos ayuda a agilizar el trabajo, a simplificarlo en algunos procesos que ya son obsoletos dentro de la abogacía.
¿Cómo ve la práctica profesional de los abogados en el futuro cercano?, ¿en qué va a cambiar?
Nos encontramos ante la necesidad de un cambio inminente como abogados, esto representa un nuevo reto, ya que cada vez se van abonando más elementos a esta canasta básica de áreas comunes del conocimiento del Derecho. Vivimos en un mundo más interconectado y en el que los seres humanos pasamos en la red un promedio de ocho horas diarias, lo cual definitivamente tiene afectaciones en el campo legal, por lo que debemos de estar plenamente preparados.
“Como ya lo mencionamos la justicia predictiva, la implementación de legaltech, pueden ser facilitadores del desempeño profesional de los abogados a través de sistemas de creaciones de contratos, ofrecimiento de servicios o interpretaciones de sentencias.”
Esto cambia o replantea nuestras áreas de operación en donde nosotros nos manteníamos exclusivos de las actividades judiciales en los tribunales, pero la forma de desahogar los juicios también ya está cambiando y se está adaptando a estas nuevas realidades digitales como lo puede ser desde un ofrecimiento de prueba digital, que si no es realizado de la manera correcta puede concatenar hasta en la pérdida de un juicio en cualquier materia; por otro lado, ya no solamente operamos en los tribunales de forma clásica, sino que ya tenemos también bastante representación y actividad digital como lo son los Online Dispute Resolution (ODS) o simplemente los juicios que ya se están adaptando a esta nueva normalidad. La transformación digital se ha vuelto un elemento transversal en todas las profesiones.
De igual forma no podemos asumir que todos los grupos sociales tienen acceso a estos recursos o presencia digital ya que existen muchos grupos vulnerables dentro del territorio nacional que no tienen acceso a estos dispositivos o a internet, ni siquiera tienen asegurados los pilares básicos como lo son salud, vivienda, educación o trabajo y al ser estás sus prioridades, para ellos pasa hasta un vigésimo término la presencia digital. Esta falta de desarrollo y las desigualdades se están acrecentando debido a las malas prácticas que también son realizadas en el entorno digital, en donde se acentúan las vulneraciones generadas hacia los sectores más desfavorecidos por quienes gozan de una mejor posición económica. Este es uno de los principales retos del Derecho y definitivamente la tecnología y el entorno digital pueden, y deben, buscar cómo reducir estas grandes asimetrías sociales.
“Un Abogado Digital busca concatenar todas las herramientas digitales existentes para utilizarlas a su favor y fortalecer de esa manera el conocimiento, la creación del mismo, además de consolidar la justicia social a través de toda la información que le es puesta a disposición en esta interconectividad.”
Como ya lo mencionamos la justicia predictiva, la implementación de legaltech, pueden ser facilitadores del desempeño profesional de los abogados a través de sistemas de creaciones de contratos, ofrecimiento de servicios o interpretaciones de sentencias.
¿Para usted que significa el concepto de Abogado Digital?
Considero que un Abogado Digital busca concatenar todas las herramientas digitales existentes para utilizarlas a su favor y fortalecer de esa manera el conocimiento, la creación del mismo y consolidar la justicia social a través de toda la información que le es puesta a disposición en esta interconectividad. Hace uso responsable de la misma para que se traduzca en un andamiaje de justicia social, busca fortalecer a las sociedades del conocimiento y de la información para cambiar sus posiciones frente al Estado y exigir cada vez más dentro de un gobierno democrático el respeto y el cumplimiento de los derechos humanos, para que cada día se democraticen más.
Un Abogado Digital definitivamente debe ser un abogado con ambición de cambiar el statu quo y de ser lo más disruptivo posible utilizando estas herramientas sociales y tecnológicas en favor de la justicia y de crear y difundir la cultura de la legalidad de la paz y del respeto. Un Abogado Digital está en contra del analfabetismo y de las exclusiones que muchas veces se generan dentro de las propias aulas, que permiten la discriminación institucional hacia los alumnos y del docente hacia el alumno. Esta hiperconectividad lo que hace es democratizar de mejor manera la educación de las abogadas y los abogados, para que entiendan que deben de trabajar en una sinergia para fortalecer a las sociedades y que una de sus principales armas y herramientas actuales son las TIC.
¿Qué tienen que hacer los abogados actuales para convertirse en Abogados Digitales?
Considero que no es necesario verlo propiamente como un cambio, simplemente es la capacidad de adaptación y rEvolución —en palabras de Román Cendoya— del homo sapiens al homo digitalis. De ser honesto creo que es una pregunta que yo no podría resolver ya que no estoy seguro de poder etiquetarme como un Abogado Digital. Por un lado, están los que afirman que para considerarse como un abogado digital se debe de ser experto en leyes, desarrollo, implementación y consecuencias de las TIC; por otro lado, se menciona que también existen niveles de abogados y el Abogado Digital es de los escalones más básicos de la profesionalización entre el Derecho y las nuevas tecnologías.
En lo personal me gusta este segundo criterio ya que viéndolo desde esta perspectiva un Abogado Digital, con independencia del área en la que se quiera especializar, es aquel que entiende la necesaria relación con las herramientas digitales y las usa en su beneficio. Por ejemplo, yo me encuentro más relacionado con la docencia, con la profesionalización del derecho ambiental y los derechos humanos, aun así, considero que debo tener las características de un abogado digital en estos dos campos ya que son vitales las herramientas digitales para mí en el desempeño de estas áreas.
De esta manera muchos pueden dedicarse a áreas completamente diferentes del derecho informático, pero no por ello dejarán de abonar desde su experiencia al ámbito digital. Esto es lo que hacemos en el despacho García & Maya Abogados con nuestro programa de YouTube llamado Justicia en Breve, con el cual buscamos difundir el conocimiento de distintas áreas entre las personas a través de nuestros invitados expertos en distintas áreas.
De esta manera utilizamos las TIC en beneficio del aprendizaje y de la enseñanza, que es una característica constante de la abogacía. Un Abogado Digital es aquel que tiene esta visión de innovación, que busca normalizar la cultura digital utilizando estas herramientas para actualizar el Derecho, para hacerlo más atractivo a los estudiantes y al público en general, de esta manera se vean atraídos a desarrollar este tipo de habilidades digitales.
“Con la debida orientación y valor cívico podemos lograr derrocar las grandes desigualdades y asimetrías sociales generadas por mucho tiempo por los detentadores de un poder y tomar el lugar que nos corresponde como ciudadanos para consolidar el principal objetivo de cualquier sociedad: el bienestar común.”
Mi principal recomendación a nuestros lectores es que busquen cambiar los actuales modelos. Como nos hemos dado cuenta el modelo centralista no ha sido funcional, el acceso a la información es vital para las sociedades del conocimiento, y gracias al entorno digital cada día se abren más espacios para conseguir información, para encontrar foros de discusión y expertos en ciertos temas, quienes no precisamente son grandes académicos. Es un ecosistema con grandes beneficios, pero también con grandes problemas como el robo de información, la proliferación de la desinformación como medio de control social. Por sí mismo no es bueno ni es malo, depende mucho de la ideología que tengan los usuarios y el uso que hagan de estas herramientas, sin embargo, la Primavera Árabe es un excelente ejemplo de que estas herramientas utilizadas de la manera adecuada pueden ayudar hasta a derrocar dictaduras, si eso se ha podido lograr considero que con la madurez necesaria, con la debida orientación y valor cívico podemos lograr derrocar las grandes desigualdades y asimetrías sociales generadas por mucho tiempo por los detentadores de un poder y tomar el lugar que nos corresponde como ciudadanos para consolidar el principal objetivo de cualquier sociedad: el bienestar común.