Hace poco menos de dos meses, las salas de cine en la República Mexicana comenzaron su reapertura paulatina, salas con aforo reducido y venta de boletos limitada, sobre todo a menores de edad; lo anterior, a causa de la pandemia que aún ataca nuestro país, como a otras Naciones. Como cinéfilo que soy, me di a la tarea de reavivar la llama cinematográfica y darle la oportunidad a una de las cadenas de cine más comerciales del país, para entender cómo funcionan los nuevos protocolos en la “era COVID”. Mi asombro fue positivo, pues no sólo me fascinó la organización para el ingreso y egreso de la sala, el consumo reducido de alimentos y, bajo el protocolo de sana distancia, sólo ver a una decena de personas más. Algunos dirán que fue un riesgo desmedido y desproporcional, pero con las medidas de higiene adecuadas, no me arrepiento de la experiencia.
Después de más de un año de no acudir a las salas de cine, tuve la oportunidad de mirar en proyección una cinta hecha para el público gamer: Mortal Kombat. No robaron mi atención los efectos especiales, los momentos fan service y revivir la época de videojuegos en mi infancia, sino el impactó que se generó en mi mente los subtítulos incluyentes. A pesar que la película se encontraba doblada al español (de muy buena calidad), la obra cinematográfica presentaba subtítulos descriptivos, es decir, texto que refería al diálogo y además precisaba música, emociones, onomatopeyas y cualquier otro elemento que fuere indispensable para hacer la película mucho más disfrutable para todo tipo de público.
La desaparición del doblaje mexicano
En redes sociales se viralizó la reciente reforma a la Ley Federal de Cinematografía y su reglamento, del pasado 22 veintidós de marzo de 2021 dos mil veintiuno[1], a través de la cuál, se modificó el contenido del artículo octavo de la Ley de referencia, para dictar como a continuación se indica:
“ARTICULO 8o.- Las películas serán exhibidas al público en su versión original y subtituladas al español, en los términos que establezca el Reglamento. Las clasificadas para público infantil y los documentales educativos podrán exhibirse dobladas, pero siempre subtituladas en español.(…)”
Durante la discusión en el Congreso Nacional y previo a su aprobación, grandes maestros del doblaje como lo son Eduardo Garza (Lalo Garza) o bien, héroes de la infancia mexicana como Mario Castañeda, calificaron de risible la propuesta de Morena. En declaraciones para el diario Reforma, el Maestro Garza recordó que “…cada vez son más las opciones que el público tiene para tener entretenimiento y la industria del doblaje en México es fructífera resistente, robusta y le da un reconocimiento mundial a México…”; asimismo, afirmaba en febrero de este año, que la iniciativa de reforma presentada por el Doctor Ricardo Monreal, parecería no llegar a ningún lado.[2] La propuesta pasaría de forma cuasi íntegra a la versión final votada y aprobada, tal como se publicó en marzo de este año en el diario oficial de la federación.
A pesar del duro movimiento en contra de la reforma que ya entró en vigor, es puntual señalar y afirmar que dicho precepto no pretende, ni en espíritu o en redacción, la desaparición del doblaje tal como lo concebimos ni menospreciar la carrera de las grandes interpretaciones que nos han brindado brillantes histriones mexicanos como los propios Maestro Garza, Castañeda, Ricardo Brust, Humberto Solorzano, Carlos Segundo, Rubén Trujillo y jóvenes talentos que alimentan la fantasía del cine, sino permitir que público con alguna discapacidad, sobre todo de naturaleza auditiva, disfrute de la experiencia cinematográfica como lo podría hacer cualquier otro, sobre todo, para los menores de edad.
Contenido Mexicano en plataformas y salas
A pesar de la discusión que se llevó a cabo en cámaras alta y baja hace un par de meses, el cine mexicano aún debe esperar próximas modificaciones muy positivas, a parecer de quien escribe, pues el próximo debate legislativo radicará en resolver la viabilidad de un proyecto de Ley Federal de Cinematografía y Audiovisual, mediante el que se propone obligar tanto a cines como a las plataformas digitales a que reserven un 15%; asimismo, pretende incitar la conservación de la identidad lingüística nacional, el doblaje de largometrajes y cortometrajes extranjeros, para que estos se realicen en la República Mexicana -país en el cual se realiza el mejor doblaje al español, en el mundo-, con personal y actores mexicanos o extranjeros residentes en el país, salvo las disposiciones contenidas en convenios o tratados internacionales, y en los precisos términos del Artículo 8º de esta Ley.
[1] Diario Oficial de la Federación. Versión Matutina. México 22 veintidós de marzo de 2021 dos mil veintiuno. Visible en el vínculo https://www.dof.gob.mx/index_111.php?year=2021&month=03&day=22
[2] ÁNGEL, Mauricio. Defienden su derecho a doblar. Reforma. Ciudad de México. 04 de febrero de 2021. Versión en línea visible el 27 veintisiete de abril de 2021 dos mil veintiuno a través del vínculo https://www.reforma.com/aplicacioneslibre/preacceso/articulo/default.aspx?__rval=1&urlredirect=https://www.reforma.com/defienden-su-derecho-a-doblar/ar2118596?referer=–7d616165662f3a3a6262623b727a7a7279703b767a783a–