Entrevista con el Dr. Raúl Contreras Bustamante
Director de la Facultad de Derecho
En entrevista con Foro Jurídico, el Director de la Facultad de Derecho de la UNAM, Dr. Raúl Contreras Bustamante, aseguró que de acuerdo con datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), uno de los sectores más afectados por la pandemia ha sido el educativo, ya que hay más de mil millones de jóvenes que no van a tomar clases de manera presencial, ya que las escuelas cerraron en todo el mundo y en algunos casos en Europa se reabrieron, pero los rebrotes han obligado a los jóvenes a tomar clases en línea.
Presentamos a nuestros lectores la parte sustancial de la entrevista:
1.- ¿Cómo está afectando la pandemia a la educación?
Raúl Contreras Bustamante (RCB): Para los estudiosos de las ciencias, la política y la economía, la pandemia vino a ser lo más globalizado de las cosas que podíamos haber imaginado. Resulta que la pandemia es un fenómeno mundial y demostró que la globalización, que se nos había vendido como el futuro de la humanidad en organización internacional, falló porque los países, sobre todo los poderosos, en lugar de actuar de manera globalizada para que el mundo formara un frente común, impusieron sus decisiones, incluso nacionalistas, ya que algunos países cerraron sus fronteras y emitieron sus propias medidas de seguridad.
En este contexto, la Unesco ha destacado una situación preocupante: uno de los sectores más afectados por la pandemia ha sido el educativo. Se calcula que hay más de mil millones de jóvenes que no van a tomar clases de manera presencial. Las escuelas cerraron en todo el mundo, en algunos casos en Europa se reabrieron, pero los rebrotes obligan a los jóvenes a tomar clases en línea. La pandemia también desnudó otra situación que ya era visible pero no tan cruda: la desigualdad social. En la actualidad, más del 60% de los jóvenes no tienen las posibilidades económicas de recibir una educación a distancia por carecer de las herramientas necesarias o por no tener acceso a internet. Afortunadamente, la deserción de los alumnos, la falta de conectividad a internet o de herramientas tecnológicas en los alumnos de la Facultad de Derecho de la UNAM no representan un gran problema. A partir de marzo empezamos a migrar las clases a través del nuevo sistema presencial a distancia, porque nuestra Facultad desde hace varios años cuenta con una licenciatura a distancia.
2.- La Facultad de Derecho de la UNAM es la más grande del país ¿Cuántos alumnos tiene?
RCB. La carrera de Derecho sigue siendo la más demandada por la sociedad si consideramos a los estudiantes de Ciudad Universitaria (CU) más los de otras Facultades de la UNAM, lo que quiere decir que la carrera de Derecho es la preferida por los jóvenes. En CU tenemos un universo de casi 15 mil alumnos, que incluye 8,000 alumnos de sistema presencial más 3 mil alumnos del sistema abierto, 2,500 de sistema a distancia y los demás en posgrado. En total somos una comunidad de casi 15 mil alumnos, 1,500 profesores y 500 trabajadores. El sistema a distancia con el que contábamos al final resultó una ventaja para nosotros porque muchos profesores de la Facultad imparten clases en los dos o tres sistemas: presencial, abierto y a distancia. Muchos profesores ya sabían manejar las herramientas para estos casos.
Además, hace cuatro años llegué a un acuerdo con el Consejo Técnico que consistió en que los alumnos del sistema escolarizado pudieran tomar materias los sábados a distancia con el fin de ayudar a los jóvenes que trabajan. El 65% de los jóvenes que entran a nuestra Facultad provienen de familias de escasos recursos, es una carrera profesionalizante en la que casi al momento que entras a trabajar puedes empezar a ocuparte en el gobierno, en los despachos o en las notarías y nos dimos cuenta de que esto ayudaba a que los jóvenes aumentaran su eficiencia terminal y no se sintieran angustiados por la distancia que hay entre la escuela y el trabajo. Hay jóvenes que viven en alguna zona conurbada, toman clase en CU y hacen dos horas y media de traslado. Con estas facilidades ya teníamos cerca de 3 mil alumnos que ya habían tomado clases en el sistema a distancia o abierto. Esto facilitó que la migración hacia la tecnología durante la pandemia fuera casi inmediata y hoy todas las clases son a distancia.
Por otra parte, se asesoró a los profesores que no tenían experiencia para que aprendieran a manejar este tipo de herramientas. La UNAM ya había invertido en aulas virtuales y en el momento del confinamiento la Facultad de Derecho fue la primera en demandar aulas virtuales, así, concluimos el semestre en el tiempo establecido.
“Nuestro porcentaje de asistencia y puntualidad es superior al 92%: los profesores y los alumnos se conectan en su horario, no hay ausentismo ni retardos. La comunidad se está acostumbrando a esta nueva realidad.”
Ahora estamos funcionando con datos destacados, nuestro porcentaje de asistencia y puntualidad es superior al 92%: los profesores y los alumnos se conectan en su horario, no hay ausentismo ni retardos. La comunidad se está acostumbrando a esta nueva realidad. Ya llevamos ocho meses de estar trabajando de esta manera, lo que tenemos que visualizar es cómo vamos a trabajar cuando regresemos después de la pandemia. Cuando termine el confinamiento no podemos pensar que vamos a regresar para seguir con la dinámica de antes, la pandemia nos ha puesto a trabajar en muchas cosas difíciles, pero nos ha enseñado otras, por ejemplo, que gracias a estas herramientas podemos organizar actividades internacionales de manera más sencilla y de bajo costo. De esta manera, organizamos un congreso internacional penal que duró dos semanas y tuvo dos millones de vistas en Facebook durante el periodo intersemestral, mientras la UNAM alargó su semestre, nosotros tuvimos actividades para que la comunidad se mantuviera ocupada. Es algo a lo que nunca hubiéramos podido aspirar en las condiciones normales. Después de la pandemia los eventos que organicemos tendrán que realizarse en doble modalidad, presenciales y virtuales. La cantidad de personas que nos siguen en los canales oficiales de la Facultad es mayor a la que teníamos antes de la pandemia
3.- ¿Cómo está respondiendo la Facultad en la formación de juristas para la era digital con los nuevos retos en las áreas de procuración e impartición de justicia?
RCB. Pareciera que la pandemia es una lección de la naturaleza para enseñarle a ser humano lo mal que estábamos haciendo las cosas en el mundo. La justicia es uno de los rubros en donde la pandemia demostró lo mal organizada que estaba la sociedad. Nosotros somos precursores de la mediación y los medios alternativos, pero a la hora en que se tienen que echar a andar los presidentes de los tribunales no creen en esas propuestas, sin embargo, está comprobado que litigar, tratar de judicializar todos los problemas, es un error. Antes de hacer el nuevo plan de estudios nos plantemos como objetivo educar abogados mediadores y conciliadores, que sepan litigar, pero que entiendan que el litigio es el último de los recursos que hay que agotar para solucionar un problema.
Si juntamos todos los juicios federales y locales de las 32 entidades, el 40% son de origen familiar, un 30% de carácter civil y el otro 30% son de amparos, laborales, administrativos, penales, etc. Lo que quiere decir que la justicia del país está congestionada de conflictos entre familiares, exsocios, vecinos y examigos, es decir, el tejido social está fracturado. La mediación y la conciliación permiten que en ocasiones esos conflictos se resuelvan y vuelvan a tener interacción en lugar de seguir con un pleito. Debemos insistir en que no se rompa el tejido social. Si quieres presentar un litigio tarda meses para presentar la demanda y para tener una audiencia. Si la justicia ya estaba congestionada y durante la pandemia este problema aumentó, entonces ahora debe de haber un enorme rezago en los tribunales. Las circunstancias actuales nos llevan a entender que los conflictos de la sociedad no deben ser litigiosos en su totalidad.
Los tribunales han tenido que adoptar la tecnología en sus procesos, ya hay oficialías y audiencias a través de medios electrónicos; también se pueden celebrar audiencias con la presencia de las partes con estos medios. Al término de la pandemia la organización de los tribunales no podrá regresar al modelo anterior.
4. ¿Cuáles son las cuatro medidas que usted considera deben implementar los estados en el tema educativo para enfrentar esta crisis?
RCB. La primera medida consiste en abrir las escuelas en cuanto la pandemia lo permita. La Unesco ha alertado sobre lo que puede llegar a ser una catástrofe generacional, en la cual la generación de jóvenes a quienes les afectó la pandemia verá interrumpido su proceso educativo si los estados no reaccionan. Aquí hay que insistir en un aspecto, hasta que la Constitución mexicana de 1917 planteó la concepción de los derechos sociales, entre ellos la educación, ésta era un privilegio de las élites económicas, la monarquía, la aristocracia y el clero. A partir de que se convierte en un derecho social comprendemos que es una palanca de desarrollo, además de un derecho humano muy importante.
La Unesco advierte que los gobiernos deben considerar al capital humano como el más importante de los recursos de cualquier organización de un estado o una sociedad y si no se cuida este capital será una generación que puede tener procesos involutivos. No hay manera de sustituir la relación personal entre el maestro y los alumnos porque no es solamente la transmisión de los conocimientos, sino también la relación personal profunda que se construye.
La segunda es brindar atención prioritaria a la educación en las decisiones futuras del financiamiento. Lo que quiere decir que no se puede tener como pretexto atender otros efectos de la pandemia para disminuir el presupuesto a la educación pública porque se dejaría de invertir en el capital más importante que es el humano. Gastar en la educación no es un gasto sino una inversión.
La tercera es construir el futuro de la educación sobre métodos de enseñanza más flexibles con las tecnologías digitales y la modernización de los planes de estudio frente a estas nuevas condiciones. La pandemia nos ha enseñado a establecer procesos educativos híbridos. Por ejemplo, hoy podemos enviar a algún trabajador a una audiencia para que la transmita vía remota para los alumnos. También se puede grabar el material y editarlo para que los alumnos la vean de manera asincrónica. De esta manera estamos rompiendo el mito de la sincronía en la educación: el profesor imparte su clase vía remota en cierto horario establecido y quien no se conectó se perdió la lección. Con la colaboración de los colegios estamos grabando las clases, con este material conformamos una videoteca en la que el alumno puede consultar la clase que desee en el momento que tenga disponible. También tenemos disponible en versión digital la enciclopedia jurídica editada por Porrúa para consultar en línea.
“La pandemia nos ha enseñado a establecer procesos educativos híbridos. Se debe construir el futuro de la educación sobre métodos de enseñanza más flexibles con las tecnologías digitales y la modernización de los planes de estudio frente a estas nuevas condiciones.”
La cuarta sería no dejar de lado a quienes no cuentan con las herramientas necesarias para tomar clases en línea. El Club de Rotarios nos donó 600 tabletas que están prestadas en comodato a alumnos con desventajas económicas; asimismo, están por llegarnos otras mil que conseguimos a través de donativos; estamos tratando de generar posibilidades asincrónicas para quienes no cuentan con los recursos necesarios. Justo como lo propone la Unesco: no permitir que los sectores menos favorecidos se queden atrás en la pandemia porque sería una catástrofe, significaría fallar en que la educación sea un derecho humano porque es un factor que permite un valor social.
5.- Además de un derecho humano, la educación es un instrumento de justicia social. Fernando Savater, dijo que la educación es el arma más poderosa para cambiar al mundo. ¿Qué opina al respecto?
RCB. Esa frase la dijo Savater precisamente en un conversatorio titulado “La mejor receta contra el miedo y la ansiedad es la lectura”, que organizamos en la Facultad de Derecho. El filósofo español dijo que el mejor remedio para contrarrestar la incertidumbre de la gente sobre cuándo terminará la pandemia, el enojo porque no puede retomar una vida normal o el temor porque puede contagiarse, es la lectura. Otra de sus frases fue: “La educación es el primer paso para la libertad”, lo que representa una gran fórmula, finalmente quien tiene acceso a la educación, tiene conocimientos que le permiten tomar decisiones informadas, lo cual garantiza su libertad.
La educación la hemos concebido y estamos haciendo un programa entre los profesores de derecho constitucional para que hagamos entender a los demás constitucionalistas que la educación ya no debe ser considerada un derecho social, sino un derecho humano fundamental. Y después del derecho a la vida y a la libertad debe estar la educación porque de nada sirve que la Constitución contenga todos los derechos reconocidos si las mayorías no los conocen, no los entiende, no los ejercen y por lo tanto no se pueden defender. Entonces el derecho a la educación es un derecho habilitante para poder ejercer los demás derechos.
“Después del derecho a la vida y a la libertad debe estar la educación porque de nada sirve que la Constitución contenga todos los derechos reconocidos si las mayorías no los conocen, no los entiende, no los ejercen y por lo tanto no se pueden defender.”
Cuando vemos que en los países menos desarrollados los porcentajes de la educación no son los adecuados, encontramos que no todos los ciudadanos saben ejercer sus derechos porque no han leído la Constitución y quienes la leen necesitan una educación avanzada para poderla entender y ejercer sus derechos. Por lo cual la educación es un derecho que tendríamos que estar impulsando, si ya lo reconocemos como derecho humano, tiene que ser un derecho justiciable en el cual te puedas ir al amparo si el Estado no te da la educación como la ofrece la Constitución. Acabamos de tener una reforma hace un par de años que elevó la educación superior al artículo tercero, como obligatoria para el Estado. Finalmente podemos ver que la ciudadanía tendrá un nivel de exigencia hacia el Estado mucho mayor a cuando era concebido como derecho social.
6. ¿Cómo quedó el presupuesto de egresos de la Federación 2021 en el rubro de la educación y la desaparición de los algunos fideicomisos afecto a este sector?
RCB. Afortunadamente no hubo reducción de presupuesto en la educación, lo que refleja el compromiso del gobierno con el tema. Sin embargo, si consideramos que tenemos un rezago histórico del porcentaje del PIB que se invierte en educación y el próximo año no va a crecer, las buenas noticias no son las deseables. Nosotros esperaríamos que los procesos de educación se incrementaran de manera piramidal cada año hasta llegar a tener los porcentajes que señala la OCDE del 6%. Enrique Peña Nieto se comprometió a invertir el 1% del PIB en investigación en ciencia y tecnología, a dos años de esta administración no hemos superado el 0.5%. Por lo tanto, si bien no hay una disminución tampoco hay incremento.
En cuanto a los fideicomisos, tenemos que esperar a ver cómo se aplica porque finalmente esto está más asociado a la investigación y a la ciencia, si bien en la educación tenemos buenas cuentas, los beneficiarios de los fideicomisos están preocupados porque no saben si el próximo año tendrán que suspender las investigaciones, si habrá disminución de becas o de gastos operativos. La directora del Conacyt ha dicho que el dinero de los fideicomisos llegará directamente siempre y cuando se justifique el gasto. Todavía hay incertidumbre por la cancelación de los fideicomisos y dudas sobre cómo operarán estos programas el próximo año.