El Instituto Nacional de Ciencias Penales (Inacipe) en conjunto con la Asociación Nacional de Doctores en Derecho (ANDD), el INCAM, la Barra Mexicana Colegio de Abogados, la Facultad de Derecho de la UNAM y la Academia Mexicana de Ciencias Penales, homenajearon, por sus 70 años de trayectoria profesional como abogado, al Dr. Ricardo Franco Guzmán, quien tiene 92 años de edad, su nombre figura entre destacados juristas, incluso en un aula de la facultad de Derecho, honor que lleva en vida.
En una ceremonia trasmitida a través de una plataforma de videoconferencias, Gerardo Laveaga, doctor en Derecho y director del Inacipe, al iniciar el homenaje expresó que los oradores coinciden en la simpatía y admiración que suscita el Dr. Franco. Laveaga realizó un pequeño recuento de la semblanza profesional del homenajeado, recordó que el 7 de junio de 1950, Ricardo Franco inicia su carrera como litigante.
Como anécdota, contó que cuando era estudiante se acercó a Ricardo Franco y le preguntó: ¿qué se requiere para ser un buen litigante?, a lo que él contesto “es muy simple, lo que tienes que hacer es llevar al juez de la mano a donde tú quieres que llegue”, para lo cual, reconoce el también doctor en Derecho, no sólo hace falta conocer las leyes y las jurisprudencia, también se debe tener cultura, simpatía, empatía y, sobre todo, la capacidad para comunicar y aptitud, enfatizó, cualidades que el abogado Franco Guzmán posee.
Laveaga afirmó que Ricardo Franco es “el modelo de litigante”, aunque los abogados del presente y del futuro tendrán un distinto modelo de litigio, por los cambios en el Sistema Penal, como los juicios orales; sin embargo, el entusiasmo, la simpatía, la valentía, y la capacidad de comunicar, reiteró, es ejemplar para todas las nuevas generaciones.
En representación del Ilustre y Nacional Colegio de Abogados, el Coordinador de Mediación e hijo del homenajeado, Adrián Franco mencionó un proverbio que su padre le dijo, “si quieres aprender algo, enséñalo”. Asimismo, Adrián Franco hizo referencia a una de las actividades más relevante en la carrera de su padre, la académica. Con más de 60 años como profesor en la Facultad de Derecho de la UNAM, su carrera como académico le ha permitido estar a la vanguardia en el Derecho Penal y el litigio. El también abogado, expresó el orgullo y admiración hacia sus padres.
En el ámbito académico, el doctor Raúl Contreras, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, señaló que la grandeza de la institución educativa es gracias a sus grandes maestros, como es el caso de Don Ricardo Franco Guzmán. Rememoró que el homenajeado se incorporó como estudiante de la Facultad en 1945 en la antigua escuela de Jurisprudencia, ubicada en el Centro de la Ciudad de México.
Contreras reconoció que, como profesor, Franco ha sido el “padre académico” de muchos abogados y ha dejado una huella honda en la formación de decenas de generaciones, “ha sabido como pocos, tocar el corazón de sus alumnos”, indicó, por lo cual es reconocido dentro y fuera de la Universidad, con reconocimientos y premios como prueba de ello. “La trayectoria del profesor Franco Guzmán es una vida abierta al conocimiento, a su incansable transmisión y a la trascendencia de grabar en la memoria el reflejo del pensamiento de uno de los mejores juristas que la facultad de Derecho ha legado a la Universidad y a México”, concluyó.
Víctor Olea, segundo vicepresidente de la BMA, concordó en que es un merecido homenaje a Ricardo Franco Guzmán. La voluntad, ilusión y fuerza para dedicar su vida a una gran causa, así como la vigencia de una misión de gran magnitud que lo marca en el tiempo y trascendencia, hacen de Franco Guzmán un gran jurista y hombre.
Por su parte, el presidente de la ANDD, Dr. Elías Huerta Psihas, coincidió con los oradores al reconocer que el homenajeado es gran maestro y uno de los más reconocidos penalistas de México, cuya dedicación le ha ganado una buena percepción en la judicatura, no sólo por sus conocimientos, sino también por su caballerosidad y honorabilidad. Recordó que Miguel de la Madrid Hurtado, expresidente de México, lo señaló como un profesor “metódico y estricto”, así hay muchos destacados juristas que han aprendido de él.
Huerta Psihas hizo hincapié en la contribución de Ricardo Franco en la ANDD, desde su fundación en 1980, Franco Guzmán ha mostrado entusiasmo, entrega y compromiso, siendo un gran pilar en el posicionamiento de la asociación a nivel nacional, uno de los seis Colegios de Abogados reconocidos en la dirección de profesiones. La grandeza de Ricardo Franco Guzmán radica en su gran calidad humana. Añadió que para sus colegas es un gran ejemplo a seguir, de constancia, profesionalismo y pasión no sólo en la abogacía, sino en su vida, concluyó.
Por su parte, Ricardo Franco Guzmán expresó su gratitud por el homenaje a su trayectoria profesional, así como las palabras de cada orador. Expresó un emotivo agradecimiento a sus padres e infirió que el ejemplo de su padre lo forjó como un hombre trabajador, de su madre destacó el ejemplo del esfuerzo.
Recordó que decidió estudiar leyes cuando pidió consejo a su padre, quien le dijo que le parecía que podría ser un buen abogado. A pesar de seguir el consejo, no estaba convencido y en su primer año como estudiante de leyes sus calificaciones no eran las buenas. Sin embargo, en el segundo año, en la materia de Derecho Penal, quedó enamorado de la cátedra de Raúl Carrancá y Trujillo, a partir de ese momento siguió con entusiasmo la carrera hasta su titulación como licenciado en Derecho.
Inició como pasante en el despacho de Raúl Carrancá y Trujillo, de quien aprendió el amor por la enseñanza. Continuó sus estudios de especialización en Italia gracias a una beca en donde conoció a genios del Derecho Penal. A su regreso a México ingreso al Ministerio Público y posteriormente, en 1954, se convirtió en profesor de la facultad de Derecho y después como litigante. Como ya lo habían mencionado los oradores, Franco Guzmán reiteró que el éxito está en el gusto por lo que se hace y el trabajo constante, el agradecimiento y ayudar a los que requieren de uno.
Para cerrar, Alberto Nava Garcés, coordinador del homenaje, dijo que a pesar de la contingencia era necesario realizar un homenaje por los 70 años de carrera por su relevancia en el ámbito jurídico y académico, y no dudó en mostrar el afecto por “su maestro”. Citó el epígrafe de su tesis de licenciatura, “Sin pasión, nada grande puede crearse”, frase a la que ha sido fiel en su exitosa carrera y vida, e hizo un recuento de los casos emblemáticos que llevó durante su práctica, además de las grandes enseñanzas que ha dejado al Derecho Penal. Además de los mencionados, también fungieron como oradores Luis Rodríguez Manzanera, destacado criminólogo; y la victimóloga e investigadora del Inacipe, Dra. María de la Luz Lima Malvido.